Los sistemas tradicionales pretendían establecer un orden para poder' pensar'. Esta aproximación al conocimiento se muestra insuficiente.El elemento que permite criticar esas aproximaciones está en el fundamento de 'orden'.
En el estado del arte actual, el concepto de orden en el marco mental resulta un corsé demasiado estrecho para explicar por ejemplo la 'emocionalidad en las decisiones' o 'la intuición de los actos'.
Esto sugiere variar la definición de conocimiento para extenderla a 'todo aquello' que se necesita para explicar el 'estado mental' de un sujeto. El cambio de variable es explícito: desde conocimiento a estado mental...
Hay que alertar sobre el uso de estado ya que no se corresponde con una 'posición estática' ni siquiera en el dominio mental: el sujeto es dinámico por lo que el estado que lo representa tiene que tener esta característica. De la misma manera hay que alertar sobre el 'dinamismo' que no se establece mediante los ejes tradicionales del espacio-tiempo: un 'concepto' es 'independiente' de los ejes del espacio-tiempo y como tal sólo es un elemento ficcionado, existente en el dominio del sujeto.
Cada vez en más medida, se puede observar como los
'elementos estáticos' (en el sentido del espacio-tiempo) dejan de ser
útiles en el contexto social lo que constituye la
constatación del estado del arte al que me refería más arriba. Es cada vez más difícil establecer 'a priori' un orden que se mantenga.
Esto nos lleva a aproximar sujetivamente la realidad de manera no lineal, caótica, aproximaciones mediante las que el orden se puede establecer en 'cada instante' teniendo en cuenta las condiciones de contorno en las que se establece dicho orden.
El marco temporal en que es válida una decisón, junto al tiempo en que se precisa para alcanzar el estado que 'la habilita' son los elementos de 'holgura' de los que dispnemos en el marco del Personal Knowledge Management. Y siempre ya con un 'riesgo alto'.
Esto afecta tanto al "Knowledge "como al "Management".